Simbiosis. Revista de Educación y Psicología, Vol. 4, Número especial 2024, ISSN-e: 2992-6904, Páginas 85- 101
Habilidades sociales en adolescentes de 12 a 14 años
Social skills in adolescents aged 12 to 14 years
Habilidades sociais em adolescentes de 12 a 14 anos
Marco Marcelo León Navarrete psiquemarcelo_ankara@outlook.es https://orcid.org/0000-0002-7273-1879 Universidad Central del Ecuador. Quito, Ecuador |
Ana Milena Arbeláez Hurtado https://orcid.org/0009-0002-0804-7084 Universidad Central del Ecuador. Quito, Ecuador
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Jazmin Natalia Cuevas Espinoza https://orcid.org/0009-0003-5516-3763 Universidad Central del Ecuador. Quito, Ecuador |
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Diana Michelle Loja Pasaco https://orcid.org/0009-0005-8237-5352 Universidad Central del Ecuador. Quito, Ecuador |
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| Artículo recibido 05 de diciembre, arbitrado 26 de enero | aceptado 25 de febrero | publicado 02 de abril 2024
https://doi.org/10.59993/simbiosis.v4iespecial.46
RESUMEN
La adolescencia, una etapa de transición entre la niñez y la adultez, se caracteriza por profundos cambios físicos, emocionales y sociales. La investigación se llevó a cabo con el objetivo de describir las habilidades sociales en adolescentes de 12 a 14 años. El enfoque utilizado es cuantitativo, tipo descriptiva, diseño no experimental. Las unidades de análisis conformada por 136 adolescentes, femenino 73 y masculino 63 edades de 12 a 14 años. Se aplicó Test de Habilidades Sociales. Los resultados del estudio revelan que las habilidades sociales avanzadas, caracterizadas por la adaptación y pertenencia al grupo presentan el nivel de desarrollo más alto entre los adolescentes, al contrario de las primeras habilidades sociales, muestran dificultades particulares. Se concluye que, se identificaron fortalezas y debilidades en diferentes grupos, lo que subraya la necesidad de diseñar programas específicos para fortalecer estas habilidades, especialmente en aquellos que presenten dificultades o se encuentren en situaciones de riesgo.
Palabras clave: Adolescentes; Avanzadas; Habilidades; Sociales
ABSTRACT
Adolescence, a transitional stage between childhood and adulthood, is characterized by profound physical, emotional and social changes. The research was carried out with the objective of describing social skills in adolescents between 12 and 14 years old. The approach used is quantitative, descriptive, non-experimental design. The units of analysis consisted of 136 adolescents, 73 female and 63 male, ages 12 to 14 years. Social Skills Test was applied. The results of the study reveal that advanced social skills, characterized by adaptation and belonging to the group, present the highest level of development among adolescents, unlike early social skills, they show particular difficulties. It is concluded that strengths and weaknesses were identified in different groups, which highlights the need to design specific programs to strengthen these skills, especially in those who present difficulties or are in risk situations.
Keywords: Adolescents; Advanced; Skills; Social
RESUMO
A adolescência, fase de transição entre a infância e a idade adulta, é caracterizada por profundas mudanças físicas, emocionais e sociais. A pesquisa foi realizada com o objetivo de descrever habilidades sociais em adolescentes entre 12 e 14 anos. A abordagem utilizada é quantitativa, descritiva e não experimental. As unidades de análise foram compostas por 136 adolescentes, 73 do sexo feminino e 63 do sexo masculino, com idades entre 12 e 14 anos. Foi aplicado Teste de Habilidades Sociais. Os resultados do estudo revelam que as competências sociais avançadas, caracterizadas pela adaptação e pertencimento ao grupo, apresentam o maior nível de desenvolvimento entre os adolescentes, ao contrário das competências sociais iniciais, apresentam dificuldades particulares. Conclui-se que foram identificados pontos fortes e fracos em diferentes grupos, o que evidencia a necessidade de desenhar programas específicos para fortalecer essas competências, especialmente naqueles que apresentam dificuldades ou estão em situações de risco.
Palavras-chave: Adolescentes; Avançado; Habilidades; Social
INTRODUCCIÓN
Por naturaleza, los seres humanos son criaturas sociales, donde la comunicación y las relaciones interpersonales constituyen actividades fundamentales. Buscamos en nuestras interacciones sociales la realización personal, el éxito y la felicidad, aunque no siempre logremos alcanzarlos. Profundizando en estos aspectos, resulta interesante retomar la definición de habilidad como la capacidad o disposición psicológica que nos permite comprender la variabilidad de respuestas que observamos ante una misma situación en distintas personas. La habilidad, en sí misma, no es directamente observable.
Las habilidades sociales para la vida, según Méndez, et al. (2022) son un conjunto de habilidades, que permiten al individuo actuar de manera competente y capacitada, en las distintas situaciones cotidianas donde se desarrolla. Ginzburg, en el año (2012) puntualizaba que estas habilidades son destrezas psicosociales que les facilitan a las personas aprender a vivir; es decir, desarrollarse, ampliar sus competencias, mejorar sus talentos, ampliar su ser.
En el contexto actual, los investigadores han llegado a la conclusión de que la infancia y la adolescencia son dos períodos fundamentales para el desarrollo de las habilidades sociales, debido a que intervienen en el funcionamiento psicológico, social y académico de cada individuo (Méndez, et al., 2022), la etapa de la adolescencia es una época de transición de la infancia a la etapa de la adultez, en donde, se producen cambios significativos en lo físico, sexual, cognitivo y el ámbito social, ocasionando que la forma en la que se relaciona con el mundo también presente cambios relevantes; con respecto a las normas sociales y la forma en la que su entorno espera que actué y responda a las exigencias del medio.
Las habilidades sociales que presenta el individuo se desarrollan desde el nacimiento, puesto que, se encuentran inmersas en una interacción social de determinado contexto cultural y social, dicho en otras palabras, se encuentra sujeto al entorno circundante. De acuerdo con la postura de Vygotsky la manera más adecuada para comprender el desarrollo del ser humano es a través de la cultura en la que se desenvuelve, es por tanto que los patrones de pensamiento y comportamiento del mismo no se deben meramente a factores innatos; por tanto, mientras mayor sea el nivel de interacción social del sujeto, se incrementará el nivel de herramientas que presente para actuar dentro del medio (Linares, 2009).
Como aporte al presente estudio, Esteves, et al. (2020) realizó el estudio Habilidades Sociales en adolescentes y Funcionalidad Familiar, teniendo como objetivo identificar la relación entre habilidades sociales en adolescentes y funcionalidad familiar. Método de investigación cuantitativo, tipo descriptivo - correlacional; con una población de 726 y muestra de 251 estudiantes de primero a quinto año de secundaria, se realizó mediante el muestreo probabilístico aleatorio estratificado. El instrumento que se utilizo es el test estructurado de habilidades sociales del Ministerio de salud y el APGAR familiar que evalúa cinco funciones básicas Adaptación, Participación, Gradiente de recurso personal, Afecto, y Recursos. Los resultados indican que existe correlación positiva entre habilidades sociales y funcionalidad familiar. En conclusión, el asertividad es la habilidad más desarrollada a diferencia de la comunicación que es donde se evidencia dificultades, por otro lado, la autoestima y la toma de decisiones son habilidades que se encuentran en nivel promedio. Este artículo ofrece una perspectiva importante al estudio sobre la interrelación entre las habilidades sociales de los adolescentes y el funcionamiento familiar. Este conocimiento es fundamental para diseñar intervenciones efectivas que promuevan el desarrollo de habilidades sociales positivas en los adolescentes y fortalezcan sus relaciones familiares, los cuales son puntos relevantes de la investigación.
Algunos de los investigadores iberoamericanos más relevantes dentro de esta temática como Caballo (1991), indican que las habilidades sociales implican un comportamiento social adecuado con el que se pretende expresar sentimientos negativos y defender los propios derechos. Por otro lado, según Del Prette y Del Prette (1999), las habilidades sociales van más allá ya que incluyen habilidades de comunicación, comportamientos que implican cooperación y resolución de problemas interpersonales.
Para entrar en contexto y tomando en cuenta la percepción de los niños y niñas durante los procesos de crecimiento:
estudios empíricos sobre el desarrollo social de los niños y niñas han demostrado que sus concepciones sobre la moralidad son distintas a sus concepciones sobre las convenciones sociales. La moralidad de los niños se centra en los temas de cuidar o ayudar a otros, de evitar daños y de ser justos. Esto es, se refiere a cuestiones que afectan el bienestar de otros. El desarrollo moral involucra cambios relacionados con la edad en cuanto a las conceptos y razonamientos de los niños sobre la justicia y el bienestar, Nucci (2015)
La idea de que la moralidad infantil se distingue de las convenciones sociales y se centra en el cuidado, la ayuda, la prevención del daño y la justicia tiene una estrecha relación con las habilidades sociales en adolescentes ya que inicia el desarrollo de la empatía prosocialidad en la adolescencia. A medida que los adolescentes maduran moralmente, comprenden mejor las emociones y necesidades de los demás, lo que los impulsa a actuar de manera prosocial, es decir, a ayudar y colaborar con otros.
Continuando con la idea, a diferencia de la moralidad, los actos que tienen que ver con convenciones sociales solo son correctos o incorrectos si hay una norma vigente.
Las convenciones sociales son arbitrarias en el sentido de que pueden cambiarse a través del consenso social. Aunque las convenciones sociales son arbitrarias y varían de una cultura a otra, cumplen importantes funciones sociales. Las convenciones son necesarias para la coordinación y adecuado funcionamiento de los grupos sociales. Convenciones tales como acuerdos sobre la hora de la cena, el atuendo apropiado, o los modales en la mesa, contribuyen a que la vida de los grupos sociales sea predecible y tenga elementos compartidos (Nucci, 2015)
Ahora bien, la adolescencia constituye un periodo especial del ser humano, caracterizado por cambios biopsicosociales, transformándose en una etapa vulnerable para la exposición a factores de riesgo (Amaral, Maia y Bezerra, 2015; Contini, 2015; Organización Mundial de la Salud, OMS 2015). A su vez constituye un momento de incertidumbre e inclusive de desesperación, una fase de amistades internas, de aflojamiento de ligaduras con los padres, y de sueños acerca del futuro (Barrios y Verdecia, 2016).
Considerando lo anterior, la adolescencia es la época de mayor vulnerabilidad y las habilidades sociales son fundamentales, a partir de ello existen investigaciones que han puesto de manifiesto la sólida relación existente entre un adecuado funcionamiento familiar y las habilidades sociales. Chanco y Ramos (2018) obtuvieron como resultado que el tipo de familia que prevalece es la familia disfuncional severa en donde el 52.7% de los adolescentes presentan nivel bajo de habilidades sociales, 44% tienen nivel promedio bajo; coincidiendo con los resultados de (Calderón y Fonseca, 2014) donde el 40.7% presentaron un funcionamiento familiar bajo y 41.8% de adolescentes con habilidades sociales de nivel bajo.
En cuanto a esto, se puede definir la adolescencia es el periodo de crecimiento y desarrollo humano que se produce después de la niñez y antes de la edad adulta, entre los 10 y los 19 años. Se trata de una de las etapas de transición más importantes en la vida del ser humano, que se caracteriza por un ritmo acelerado de crecimiento y de cambios (Organización Mundial de la Salud, 2015). De la misma manera (Torres, 2014) manifiesta que la adolescencia es un período caracterizado por importantes modificaciones tanto en el desarrollo físico, mental y emocional, como en las relaciones interpersonales, los cuales provocan contradicciones en la búsqueda de equilibrio consigo mismo y con la sociedad. La Unicef, (2015) explica que, los adolescentes están en un período donde son moldeables a las influencias de los modelos sociales y de los entornos de la vida.
Entonces, la adolescencia se caracteriza por un ritmo acelerado de cambios físicos, emocionales y sociales, en la cual los adolescentes experimentan un desarrollo cognitivo y social acelerado, explorando su identidad personal y estableciendo nuevas relaciones. Esta etapa crucial los convierte en individuos más independientes y autónomos, moldeados por las influencias sociales y los entornos que los rodean.
Para llevar a cabo la investigación es importante resaltar que las habilidades sociales de Goldstein, et al. (1989), fueron divididas en seis grupos: primeras habilidades sociales, habilidades sociales avanzadas, habilidades relacionadas con sentimientos, habilidades de planificación, habilidades para hacer frente al estrés y habilidades alternativas a la agresión. Según los referidos autores las habilidades sociales avanzadas, son las habilidades que desarrolla el individuo para relacionarse satisfactoriamente en entornos sociales (Alania, et al., 2019) Las habilidades sociales avanzadas se desarrollan después de las primeras habilidades y ayudan a la persona a desenvolverte de manera adecuada en la sociedad; están integradas por la habilidad para pedir ayuda, participar, dar instrucciones, seguir instrucciones, disculparse y convencer a los demás.
Otro punto relevante es, la habilidad para pedir ayuda la cual consiste en darse cuenta de la situación en que se necesita ayuda y pedirla sin inhibición a la persona indicada (Goldstein et al., 1989). La habilidad para participar es la capacidad de integrarse y participar competentemente en un grupo al realizar una actividad. La habilidad para dar instrucciones refiere a la capacidad de ser claro y específico para que los participantes efectúen una tarea y tengan libertad en la realización, garantizando el logro del objetivo. La habilidad para seguir instrucciones es la capacidad de entender y cumplir instrucciones, confiando en el criterio de otro y estrechando lazos beneficiosos. La habilidad para disculparse es saber reconocer que se cometió un error y poder comunicarlo. La habilidad para convencer a los demás es la capacidad de comunicarse, persuadir, influir y negociar con otros, sabiendo anticipar y prepararse para sus reacciones (Alania y Turpo, 2018)
Por tanto, realizar esta investigación va a permitir describir las habilidades que están manejando los adolescentes en su entorno, ya que permitirá tomar conciencia sobre cuáles son las habilidades sociales utilizadas y si estas están siendo empleadas de forma eficaz, por otro lado, el beneficio primordial será generar interés en torno al tema y poder identificar competencias que en ocasiones pueden estar limitadas al contexto familiar. Magro (2018) menciona que los sistemas educativos tradicionales y formales no solo tienen dificultades para dotarnos de esas habilidades
MÉTODO
El enfoque que se utiliza para llevar a cabo esta investigación es de tipo cuantitativo pues es aquella que busca describir, explicar, comprobar y predecir los fenómenos, generar y probar teorías (Hernández, et al., 2014). Tiene como finalidad la medición de variables previamente establecidas, a través de la recolección de datos con ayuda de un instrumento estandarizado, lo cual, permitirá obtener resultados confiables. Por lo cual, esta investigación se centra en la información obtenida a través de la prueba de Habilidades Sociales de Goldstein (1978), adaptación realizada en Perú por Ambrosio Tomás (1994-1995) la misma que será procesada mediante el programa de office 365 excel; en donde se va a obtener información estadística que colabora para la interpretación de los datos, además de describir las diversas dimensiones de test aplicado.
Además, esta investigación es de tipo descriptivo debido a que desea indagar sobre las propiedades o características de determinado grupo de estudio, con la finalidad de que sea sometida a un análisis y se genere un determinado comportamiento (Hernández, et al., 2014). El Test de Habilidades Sociales de Goldstein se aplicó a 136 adolescentes estudiantes, femenino 73 y masculino 63 de edades comprendidas entre de 12 a 14 años de octavo año de educación básica de un colegio de Quito, por lo cual, se tiene una sola muestra en un tiempo determinado.
El diseño utilizado para esta investigación es no experimental, puesto que es un estudio en donde no se manipulan las variables, los fenómenos se observan en un ambiente natural (Hernández, et al., 2014). Se aplicó el Test de Habilidades Sociales de Goldstein a 136 adolescentes que comprenden en esta investigación no se va a alterar ninguna de las variables con referencia a las respuestas de los adolescentes; la variable a ser estudiada es el sexo que se obtiene en los distintos grupos de preguntas del test.
RESULTADOS
A continuación, se presentan los resultados de la investigación, la tabla 1, primeras habilidades sociales en los adolescentes de 12 a 14 años:
Tabla 1. Dimensión I: Primeras habilidades sociales
El Test de Habilidades Sociales de Goldstein se aplicó a 136 adolescentes que comprenden el 100% de la muestra participante dentro del proyecto de investigación, de los cuáles 36,76% estudiantes demostraron tener un normal nivel de habilidades sociales básicas, los resultados obtenidos demuestran que la mayoría de estudiantes logran mantener una normalidad en las habilidades para escuchar, iniciar, así como para mantener una conversación, formular una pregunta, dar las gracias, presentarse y/o hacer un elogio, continuamente.
Le sigue un 25% posee un buen nivel resaltando dentro de las capacidades sociales iniciales, le sigue un 16,18% correspondiente a un deficiente nivel, donde sus habilidades sociales son casi nulas al momento de escuchar, iniciar, así como para mantener una conversación, formular una pregunta, dar las gracias, presentarse y/o hacer un elogio, continuamente un 13,24% con un bajo nivel, es decir, existen dificultades dentro de las particularidades que se desarrollan dentro del campo social referentes a la comunicación, relaciones interpersonales donde se abarcan la escucha activa, la empatía, la atención, el reconocimiento de los intereses de los demás y la gratitud por los diversos favores. Finalmente, un 8,82% posee un excelente nivel de manejo de las primeras habilidades sociales que son las que permiten relacionarse con otras personas de forma básica. A continuación, tabla 2.
Tabla 2. Dimensión II: Habilidades sociales avanzadas
En la tabla 2 están representados los 136 adolescentes que comprenden el 100% de la muestra participante en el proyecto de investigación, donde un 9,56% demuestra un excelente nivel, en el cual se puede analizar que entienden las normas comportamentales dentro de la adaptación y el liderazgo de los procesos de integración con diversos grupos sociales dentro de su entorno; a la par un 31,62% obtuvieron un buen nivel dentro de la aplicación del reactivo desempeñando con facilidad procesos adaptativos, liderazgo y pertenencia a un entorno social específico.
Continuando con un 35,29 % los cuales presentaron una normalidad dentro del comportamiento, adaptación y la integración a los diversos grupos.
No obstante, 12,50 % presenta un bajo nivel en el cual se puede denotar una dificultad en la compresión de las normas de comportamiento relacionadas con la adaptación y la gestión de los procesos de integración con diferentes grupos sociales en su entorno; Finalmente se puede observar un porcentaje de 11,03% que obtuvieron un deficiente nivel exponiendo dificultades en solicitar ayudar, participación, dar y seguir instrucciones, pedir perdón y convencer a otro individuo.
A continuación, la tabla 3 habilidades, los sentimientos:
Tabla 3. Dimensión III: Habilidades relacionadas con los sentimientos
En la tabla 3 están representados los 136 adolescentes que comprenden el 100% de la muestra participante en el proyecto de investigación, donde un 8,09% presentan un excelente nivel dentro de las habilidades relacionadas a los sentimientos, es decir que identifican sus propios sentimientos, la expresión de los mismo, la empatía mutua y resolución de miedos, 20,59% presentan un buen nivel describiendo que tienen un reconocimiento de sus sentimientos, saben cómo expresarlos y demuestran empatías con sus pares.
Un grupo correspondiente al 41,18% presentan una normalidad en las características sociales relacionadas a los sentimientos, donde se puede observar un reconocimiento en lo que sienten en su cotidianidad, pero pueden existir complicaciones para expresarlos.
Finalmente se visualiza un porcentaje de 17,65% poseen un bajo nivel, en donde ya se presentan dificultades en el reconocimiento, expresión y empatía del estudiante, a la par con un 12,50% de estudiantes obtuvieron una calificación deficiente nivel, dentro de sus capacidades de empatía al momento de interesarse por la preocupación de otra persona, no hay un buen manejo de emociones, ni sentimientos. Dimensión habilidades alternativas a la agresión, tabla 4.
Tabla 4. Dimensión IV: Habilidades alternativas a la agresión
Como refleja la tabla 4, están representados los 136 adolescentes que comprenden el 100% de la muestra participante en el proyecto de investigación, donde un 5,88% tiene un excelente nivel referente a situaciones donde deben pedir permiso, compartir, solidaridad, defender sus derechos, le sigue un 23,53% de muestra que obtuvo un buen nivel en la valoración estadística los mismo que se caracterizan por llevar acuerdos de manera social eficaz y tranquila, por ende, esta cantidad de estudiantes están en catalogados de forma eficiente al momento de manejar circunstancias que conlleven factores de agresividad.
Le sigue un 28,68% que presentan una normalidad dentro de las alternativas a la agresión, llevando situaciones sociales en un equivalente de un 50/50 de reaccionar de manera tranquila o agresiva a la misma dependiendo de la gravedad y la resiliencia del estudiante.
Además, un 21,32% tienen resultados calificados como bajo nivel exteriorizando dificultades dentro de las manifestaciones sociales dentro de su contexto cultural o específico social, finalmente un 20,59% obtuvieron un deficiente nivel, es decir, que contestan de manera nociva, no evitan incluirse en problemas con las demás personas, no mantienen un autocontrol en sus acciones. Seguidamente, tabla 5:
Tabla 5. Dimensión V: Habilidades para hacer frente al estrés
En la tabla 5 están representados los 136 adolescentes que comprenden el 100% de la muestra participante en el proyecto de investigación, donde un pequeño porcentaje de estudiantes 7,35% posee un excelente nivel de habilidades para hacer frente al estrés, es decir que abarca aspectos relacionados al control en circunstancias como: presión, tensión o mantener la calma, procede con un actuar con moderación. Le sigue un 25,74% que presentan un buen nivel dentro del manejo de circunstancias estresantes.
Un 25% demuestran una normalidad dentro de sus capacidades ante el estrés, desarrollando una aceptación o negación al mismo correspondiente a la circunstancia que este viviendo el adolescente dentro de su ambiente social.
Un resultado de 26,47% abarca una gran cantidad de jóvenes son aquellos que poseen un nivel bajo, es decir que comenzamos a visualizar dificultades sociales antes situaciones complicadas y desarrollando tensión ante las mismas y finalmente obtenemos un resultado del 15,44% con un deficiente nivel, donde no saben cómo reaccionar ante un regaño, llamado de atención, ante situaciones estresantes o vergonzosas. La dimensión, habilidades de planificación en la tabla 6:
Tabla 6. Dimensión VI: Habilidades de planificación
Según los resultados de la tabla 6 están representados los 136 estudiantes que comprenden el 100% de la muestra participante en el proyecto de investigación, donde un 14,71% posee un excelente nivel de habilidades de planificación, esta dimensión se caracteriza por la identificación del origen de los problemas, establecer metas, recopilación información, tomar decisiones efectivas y concentrarse en una tarea, continuamente le sigue un dato del 27,21% obtuvieron un buen nivel es decir, se caracterizan por planificar las actividades con anticipación, optimizando así el tiempo para evitar dificultades y adoptar la mejor solución.
Un porcentaje de mayor rango que equivale al 34,56% presenta una normalidad, observando ciertas adaptaciones al momento de planificar, que le ayudan en su valoración a futuro al estudiante, pero presentando una dificultad al momento de analizarlo o llevarlo a cabo a dichos problemas por miedo al fracaso.
En cambio, el grupo más pequeño de 6,62% tiene un bajo nivel, teniendo dificultades dentro de la planificación, caracterizado por dejar tareas a último momento, miedo al fracaso que evita que realice y planifique a futuro. Finalmente se observar un 16,91% que obtuvieron un nivel deficiente, donde se pueden observar problemas al momento de la resolución de conflictos en torno a las decisiones, esta dimensión recolecta la identificación de las mismas habilidades se puede describir que dicho porcentaje no tiene la identificación de estas, no priorizar sus decisiones a lo largo de las diversas situaciones sociales. La Tabla 7 presenta la transformación del puntaje total a categoría, percentil y eneatipo.
Análisis general de los resultados
Tabla 7. Transformación de los puntajes directos
Tabla 8. Resultados generales de la lista de habilidades sociales de Goldstein
En la tabla 8, están representados los 136 adolescentes que comprenden el 100% de la muestra participante en el proyecto de investigación, donde un porcentaje de menor cantidad 9,07% presenta un excelente nivel de habilidades sociales, donde se puede visualizar una correcta identificación, valoración, expresión y manejo de las mismas, este le sigue un porcentaje de mayor cantidad que obtuvo un 25,61% catalogados en un buen nivel, donde se visualiza un correcto uso de las capacidades sociales de los adolescentes.
Según Godstein (1987), posee una normalidad dentro de las seis dimensiones que comprende el reactivo un 33,58% de jóvenes que comprende el porcentaje con mayor cantidad de muestra que se aplicó el test, donde se observó un manejo adecuado pero que, dependiendo la situación de índole social, esta puede adoptar reacciones inadecuadas u ofuscarse ante la misma.
Un 16,30% posee un bajo nivel, presentando dificultades dentro de sus habilidades sociales, no se obtiene un reconocimiento o uso de estas en diversos ámbitos sociales que presenta el adolescente. Finalmente, un 15,44% se cataloga en un deficiente nivel, es decir, es difícil para ellos relacionarse con otras personas, enfrentar situaciones y controlar el estrés. Tabla 9 a continuación:
Tabla 9. Frecuencia por dimensión, distribución sexo
Tabla 10. Resultados y porcentajes por dimensión, distribución sexo y edad
Tal como indica la tabla 10, de un total de 136 adolescentes que realizaron la aplicación del reactivo Habilidades Sociales de Goldstein (1978), se visualizan los resultados relevantes, como la dimensión I (habilidades sociales básicas), dimensión II (habilidades sociales avanzadas) y dimensión VI (habilidades de planificación), correspondiente a 12 años, el sexo masculino posee un buen nivel a diferencia del sexo femenino que presento una normalidad dentro de sus resultados, es decir que los adolescentes hombres presentan mayor facilidad en escuchar, iniciar, así como para mantener una conversación, formular una pregunta, dar las gracias, presentarse y/o hacer un elogio, se puede analizar que entienden las normas comportamentales dentro de la adaptación y el liderazgo de los procesos de integración con diversos grupos sociales dentro de su entorno. Además, planificar las actividades con anticipación, optimizando así el tiempo para evitar dificultades y adoptar la mejor solución a dichos problemas por miedo al fracaso.
Dentro de la dimensión III (habilidades sociales relacionadas a los sentimientos) ambos sexos en la edad de 12 años poseen en su mayoría un nivel normal, sin embargo, el sexo masculino acoge un porcentaje mayor (45,45%) a comparación del sexo femenino (41,82%). No obstante, dentro de la dimensión IV (habilidades alternativas a la agresión) el sexo masculino de 12 años posee un bajo nivel a comparación de las mujeres, denotando poca resiliencia a situaciones sociales desarrollando alternativas que conlleven violencia o agresividad por el mismo.
En los 13 años la gran mayoría presenta una normalidad dentro de sus resultados, pero igualmente se visualiza un mayor manejo de habilidades sociales de forma adecuada por el sexo masculino. En el sexo femenino se visualizan deficiencias en dimensiones como III, IV, V, VI (sentimientos, alternativas a la agresión, ante estrés y planificación) presentando un bajo nivel, en contraste con el sexo masculino que presenta niveles normales o buen nivel en el manejo de las seis dimensiones.
Finalmente, en la edad de 14 años los niveles de la mayoría de los adolescentes de ambos sexos presentan dificultades de sus habilidades sociales, sobre todo en la dimensión IV (habilidades alternativas a la agresión) en la cual se puede describir que los estudiantes contestan de manera nociva, no evitan incluirse en problemas con las demás personas y no mantienen un autocontrol en sus acciones. A continuación, figura 1 resultados
Figura 1. Resultados reactivos: Habilidades Sociales de Goldstein (1978)
Tal como se refleja el resultado en la gráfica 1, de un total de 136 adolescentes que realizaron la aplicación del reactivo Habilidades Sociales de Goldstein (1978), realizando la conversión al eneatipo y porcentaje de cada uno, se visualizó normalidad en el reconocimiento y uso de las habilidades sociales. Además, se obtuvo que la habilidad social que más desarrollan y utilizan los adolescentes con un 90,10% es la del grupo 2 correspondiente a la dimensión II habilidades sociales avanzadas la misma que abarca la compresión de las normas comportamentales, dentro de la adaptación y el liderazgo de los procesos de integración con diversos grupos sociales dentro de su entorno.
Finalmente, se visualiza que la habilidad social que menos se está utilizando es la del grupo 1 correspondiente a la dimensión 1 primeras habilidades sociales, las mismas que son las que desarrollan en primera instancia y abarcan características como escuchar, iniciar, así como para mantener una conversación, formular una pregunta, dar las gracias, presentarse y/o hacer un elogio.
DISCUSIÓN
A continuación se expone de manera sintética la discusión de la investigación.
Tabla 11. Discusión de resultados
CONCLUSIONES
Al finalizar la investigación del estudio sobre habilidades sociales en adolescentes de 12 – 14 años, se concluye que:
Un grupo de adolescentes posee habilidades sociales adecuadas para desenvolverse en diversos contextos. Sin embargo, existen diferencias en el desarrollo de estas habilidades entre géneros. Los varones de 12 años muestran un mejor uso de sus habilidades, excepto en la dimensión relacionada con alternativas a la agresión. Las adolescentes del mismo rango etario presentan mayores dificultades en varias dimensiones.
También, se observó una relación entre la repitencia escolar y las habilidades sociales. Un grupo pequeño de adolescentes que repetían octavo grado mostró un nivel bajo en este aspecto, lo que sugiere una posible vinculación entre el fracaso escolar y el desarrollo deficiente de estas habilidades.
Otro aspecto en cuanto a las dimensiones de habilidades sociales propuestas por Goldstein (1978), los adolescentes utilizan con mayor frecuencia aquellas relacionadas con las habilidades avanzadas (dimensión II). Esto indica que comprenden las normas de comportamiento grupal, se adaptan a distintos entornos sociales e incluso ejercen liderazgo en la integración con otros grupos.
Finalmente se concluye que, se identificaron fortalezas y debilidades en diferentes grupos, lo que subraya la necesidad de diseñar programas específicos para fortalecer estas habilidades, especialmente en aquellos que presenten dificultades o se encuentren en situaciones de riesgo.
Conflicto de intereses
Los autores declaran que no existe conflicto de intereses para la publicación del presente artículo científico.
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