Simbiosis. Revista de Educación y Psicología, Volumen
4, No. 8, julio-diciembre 2024, ISSN-e: 2992-6904, Páginas 21 - 41
Exploración del efecto de un programa
de intervención en el desarrollo de competencias emocionales y creativas en familias
Exploration of the effect
of an intervention program on the development of emotional and creative
competencies in families.
Exploração do efeito
de um programa de intervenção no desenvolvimento de competências emocionais e criativas nas famílias.
adriananachieli.morales@upaep.mx
https://orcid.org/0009-0008-8132-5873
Universidad Popular Autónoma
del Estado de Puebla, Puebla,
México
https://orcid.org/0000-0002-6476-2325
Universidad Europea de Canarias, Tenerife, España
https://doi.org/10.59993/simbiosis.V.4i8.48
Artículo recibido
16 de octubre 2023 / arbitrado 10 de noviembre 2023 / aceptado
13 de diciembre 2023 / publicado 01 de julio
2024
La formación
en competencias emocionales y creativas debe estar anclada
a la formación psicopedagógica de manera inexorable en los niños,
sobre todo durante su primera infancia.
El propósito de este estudio
fue explorar el efecto de un programa
de intervención en el desarrollo de competencias emocionales y creativas
en familias de niños en edad escolar,
con la intención de fomentar el bienestar emocional y estilos de crianza emocionalmente conscientes. Se diseñó un programa
de intervención psicológica, con un enfoque
en orientación educativa
y familiar en competencias emocionales de 5 sesiones de duración,
fundamentado en el modelo de EMOCREA (Educación Emocional
y para la creatividad). En el cual, las familias
tuvieron oportunidad de desarrollar las competencias
emocionales y creativas. Se evaluó a través de una metodología cualitativa, con un enfoque
fenomenológico a través
de entrevistas. Los resultados fueron procesados a través del método de análisis de contenido, encontrando un impacto significativo en
la comprensión de
las competencias en cuestión; propiciando así estilos de crianza emocionalmente conscientes.
Palabras clave: Familia;
Emoción; Creatividad; Educación y
programa de investigación
A psychological intervention program was designed,
with a focus on educational and family
guidance on emotional competencies lasting 5 sessions, based on the EMOCREA model (Emotional Education and
Creativity). In which, families had the opportunity to develop emotional and creative skills. It was evaluated through a qualitative methodology, with a phenomenological approach through
interviews. The results were processed through
the content analysis method, finding a significant impact on the understanding of the competencies in question; thus promoting emotionally conscious parenting styles.
Keywords: Family; Emotion; Creativity; Education and research
programme
A formação em competências emocionais e criativas deve estar
inexoravelmente ancorada na formação psicopedagógica das crianças,
especialmente durante a primeira infância.
O objetivo deste estudo
foi explorar o efeito de um programa de intervenção no desenvolvimento de competências emocionais e criativas em
famílias de crianças em idade escolar, com a intenção
de promover o bem- estar emocional e estilos parentais emocionalmente conscientes. Foi desenhado um programa de intervenção
psicológica, com foco na orientação educativa e familiar sobre competências emocionais com duração de 5 sessões, baseado no
modelo EMOCREA (Educação Emocional e Criatividade). No qual as famílias tiveram
a oportunidade de desenvolver competências emocionais e criativas. Foi avaliado através de metodologia qualitativa, com abordagem
fenomenológica por meio de entrevistas. Os
resultados foram processados através
do método de análise de
conteúdo, encontrando-se impacto significativo na compreensão das competências em questão; promovendo assim estilos
parentais emocionalmente conscientes.
Palavras-chave: Família; Emoção;
Criatividade; Educação e programa de investigação
La educación
emocional es un proceso de aprendizaje que busca mejorar
el desarrollo humano a través del fortalecimiento de las habilidades emocionales, y con ello mejorar
el bienestar personal
y social. Es un enfoque educativo continuo
y permanente que tiene como objetivo el desarrollo
integral de la persona, incluyendo los aspectos físicos,
intelectuales, morales, sociales
y emocionales. Este enfoque se conoce como “enfoque del ciclo vital”
(Bisquerra,
2000).
Se considera
una estrategia de prevención primaria
no específica, que se enfoca en el desarrollo de habilidades que pueden aplicarse
en una gran variedad de situaciones, como la prevención del consumo de drogas, la ansiedad, la depresión y la violencia. Su objetivo
es minimizar la susceptibilidad de las personas
a trastornos específicos, como el estrés,
la depresión, la impulsividad y la agresividad, o prevenir su aparición.
Para lograr esto, se propone fomentar el desarrollo de habilidades fundamentales para la vida.
Dentro de este proceso,
se estudian diferentes aspectos, como el concepto de emoción, los fenómenos afectivos
(como la emoción,
el sentimiento, el afecto, el
estado de ánimo y las perturbaciones emocionales) y los diferentes tipos de emociones. También se aborda
el conocimiento de las características de las emociones
principales, como el miedo,
la ira, la ansiedad, la tristeza, la aversión,
la alegría, el amor, el humor o la felicidad. Además, se considera importante dentro de este modelo entender la naturaleza de la
inteligencia emocional, que tiene múltiples
aplicaciones prácticas.
Este proceso
de aprendizaje denominado educación emocional, se basa en una metodología práctica, que incluye dinámicas de grupo, reflexión personal, diálogo y
juegos, con el
objetivo de fomentar
el desarrollo de competencias emocionales. Diferentes teorías han dado definiciones para entender y explicar las emociones y su dinámica. Según Bisquerra
(2003), la emoción es un estado complejo
del organismo que se caracteriza por una excitación o perturbación que predispone a una respuesta organizada,
y se generan como respuesta a un
estímulo interno o externo. Las competencias emocionales que se deben desarrollar, según Bisquerra (2003), incluyen la conciencia emocional, la regulación
emocional, la autonomía emocional, la motivación y las
habilidades sociales.
En cuanto a la evaluación de las
competencias emocionales, una de las escalas
para poder medirla desde el punto de vista de sus docentes es la escala (D-CREA)
de (Hernández- Jorge
et al., 2022).
En lo que respecta a la
conciencia emocional, se puede
definir como la habilidad de reconocer, nombrar y comprender las emociones en uno mismo y en los demás (Cáceres,
2015). Esto implica
observar el comportamiento propio
y de los demás para entender las causas y consecuencias
de las emociones (Bisquerra, 2003).
Para desarrollar una conciencia emocional efectiva, es
necesario observar cómo se comporta uno mismo y cómo se comportan las personas que nos rodean.
Esto ayuda a entender las razones y
las consecuencias de las emociones
y a reconocer y utilizar el lenguaje emocional tanto en la comunicación verbal
como en la no verbal. (Bisquerra
et al., 2012). La regulación emocional
implica encontrar un equilibrio entre la represión y el descontrol (Bisquerra et al., 2012).
A su vez, permite tomar
conciencia de la interacción entre emoción,
cognición y comportamiento (Cano, 2015). Para lograr una adecuada conciencia y regulación emocional, se deben desarrollar habilidades como la gestión de la ira, la capacidad de retrasar la gratificación y el
desarrollo de la empatía (Bisquerra, 2003).
La pregunta de
investigación qué se planteó contestar
en este estudio es: ¿cuál fue el impacto en
la crianza diaria, de un programa de formación
en competencias emocionales y creativas de familias con hijos en edad escolar?
Por lo que, se pretendía
describir y entender
el fenómeno de la formación emocional y creativa en
familias, desde el punto de vista de cada participante y desde la perspectiva construida colectivamente; basándonos en el análisis
de discursos y temas, así como
en la búsqueda de sus posibles significados (Hernández-Sampieri, 2014).
El objetivo
del presente trabajo
fue explorar el efecto de un programa de intervención
en el desarrollo de competencias emocionales y creativas en familias de hijos en edad escolar,
basado en el modelo de EMOCREA, de
cara a fomentar estilos de crianza
emocionalmente conscientes y por ende el
bienestar emocional.
El proceso descrito, se ha comenzado a trabajar con el profesorado, quienes
deben desarrollar habilidades emocionales apropiadas para
mejorar su relación con los
estudiantes y contribuir a su desarrollo emocional. La educación emocional
puede aplicarse en varias situaciones, como la convivencia, la comunicación efectiva
y afectiva, la resolución de conflictos, la toma de decisiones y la prevención de problemas como el consumo
de drogas, el sida, la violencia, la anorexia y los intentos
de suicidio.
Todo lo anterior justifica
como acción fundamental desarrollar la educación
emocional desde las familias,
pero no solo a nivel informativo, sino vivencial, sin minimizar la labor de crianza de los padres y madres de familia, es
importante que puedan experimentar en
primera persona, la forma en la que manejan sus emociones y adquirir ciertas estrategias para aplicarlas en
primer lugar en su persona y en segundo,
en sus hijos.
Las emociones tienen un
papel importante en todos los
procesos evolutivos, como el apego, la comunicación, el procesamiento de la información,
el conocimiento social y el desarrollo moral (López,
2005). Es esencial considerar la educación emocional en diversos ámbitos
de interacción, como el familiar,
escolar, laboral o social, y dirigida a personas de todas las edades, ya que
desarrolla competencias para el ejercicio
de los distintos roles en la vida cotidiana (Alon y Higgins, 2005). La familia es un agente educativo y
socializador especialmente emocional
y fundamental para el ser humano,
donde se generan emociones de distinto signo, algunas
facilitadoras de la convivencia y del
desarrollo personal, y otras como potenciales
barreras limitadoras (Martínez-González et al., 2021). Es de vital relevancia analizar las competencias emocionales y sociales de los padres
y madres y su satisfacción con su rol parental, ya que influyen en el desarrollo emocional y social
de los hijos e hijas (Cefai y Cavioni, 2014).
En lo que respecta
al ámbito educativo, se ha reconocido la
importancia y el impacto de lo emocional,
y se ha encontrado que la adquisición de competencias emocionales aporta una gran cantidad de beneficios, tanto para los
profesores como para los estudiantes.
En estos últimos, la inteligencia emocional
(IE) se ha relacionado con una mejor
salud física y mental (Davis et al., 2019; Fernández-Berrocal
y Extremera, 2016; Sánchez- Núñez et al., 2020), una disminución de las conductas agresivas (Castillo et al.,
2013; García- Sancho et al., 2014;
Gutiérrez-Cobo et al., 2017), un mayor rendimiento académico (MacCann et al., 2020; Sánchez-Álvarez et al., 2020; Usán Supervía y Salavera Bordás, 2019), un mayor bienestar
psicológico (Guerra-Bustamante et al., 2019; Sánchez-Álvarez
et al., 2016) y un aumento en las conductas prosociales (Gómez-Ortiz et al., 2017; Ruvalcaba Romero et al., 2017).
Asimismo, el hecho de que la educación emocional
brinde beneficios tanto al alumnado
como al profesorado es evidente
a partir de numerosas investigaciones. Esto se traduce
en un mayor bienestar social,
afectivo y cognitivo. Además, la educación
emocional proporciona a los miembros
de la comunidad educativa las competencias necesarias para enfrentar diferentes situaciones a lo largo de su vida, como la toma de decisiones bajo situaciones de estrés y la regulación emocional para prevenir la
ansiedad. Todo esto convierte a la
educación emocional en una
herramienta valiosa para el contexto escolar
(Puertas-Molero et al., 2020).
De hecho, cada vez más profesionales de la educación
están implementando un enfoque de enseñanza centrado
en las relaciones interpersonales
afectivas, en el que se integra la experiencia
emocional y su gestión en el espacio educativo. De esta manera,
han descubierto el impacto
que tiene no solo en su propio bienestar personal,
sino también en el de sus estudiantes (Yu et al., 2018). Cuando un docente
es capaz de reconocer las emociones de su alumnado,
esto indica su interés y preocupación, así como su competencia emocional (Yu
et al., 2018).
Esto permite al profesorado considerar una interpretación alternativa de la situación, en la que se tenga en cuenta
no solo la conducta observable del alumnado, sino también la experiencia emocional
subyacente (Jennings y Greenberg, 2009).
Ferreira (2023) señala que, aunque los maestros
reconocen la importancia del aprendizaje socioemocional, su aplicación en el aula difiere
según los intereses personales de cada docente. Aunque la enseñanza socioemocional es valorada en su entorno escolar, la falta de una
regulación curricular nacional
específica sobre el desarrollo socioemocional
de los estudiantes significa que la implicación de la escuela depende de la motivación individual de cada maestro.
Durante la adolescencia, ciertos
factores familiares (experiencias emocionales de los padres y prácticas educativas, entre otros)
pueden crear un ambiente
emocional negativo que afecta a todos los miembros de la familia (Álvarez y
Martínez, 2017; Symeou et al., 2012),
pero también la familia puede proporcionar factores protectores
a través de afecto y comunicación para lograr un adecuado ajuste emocional y psicosocial de los
adolescentes (Méndez y Cerezo, 2018;
Urbano et al., 2018). Por lo tanto,
la educación emocional es esencial para que los adolescentes adquieran
competencias sociales y emocionales necesarias para desenvolverse en
la vida de manera activa, crítica, responsable y comprometida (Cáceres, 2015). Por todo lo
expuesto, se considera fundamental educar a padres, madres y adolescentes para que desarrollen habilidades que favorezcan la conciencia, expresión
y regulación emocional
(Bisquerra,
2003, 2006; Bisquerra y García, 2011;
Cano, 2015).
De acuerdo
con Sánchez-Núñez y Latorre (2012),
la familia desempeña
un papel crucial
en la formación de las competencias emocionales de los niños y niñas, las cuales se refieren a las habilidades, actitudes y capacidades que les permiten
comprender y expresar
las emociones (Bisquerra, 2009; Márquez y Gaeta, 2018; Urbano et al., 2018). Estas competencias emocionales pueden
estar relacionadas con la identificación y regulación
de las propias emociones (inteligencia intrapersonal), o bien con la capacidad
de comprender las
emociones y
pensamientos de los demás (inteligencia interpersonal). En consecuencia, la familia es el lugar ideal para fomentar
el desarrollo emocional de los niños y niñas,
ya que es un complemento esencial para su desarrollo cognitivo (Álvarez et al., 2017; Bisquerra, 2003; Méndez y Cerezo, 2018; Morawska et al., 2019).
Por otro lado, compartir
experiencias y hobbies con los hijos puede no solo
aumentar el conocimiento que se tiene
de ellos, sino también ayudar a regular sus impulsos y mejorar su capacidad
para tolerar la frustración (Cano, 2015; Morawska et al., 2019). La autonomía emocional es una habilidad que
permite a las personas superar los
estímulos emocionales del ambiente que las rodea,
y se logra al combinar la sensibilidad con la
invulnerabilidad, así como encontrar un equilibrio entre la dependencia emocional y la independencia (Bisquerra et al.,
2012).
De igual
manera,
la
forma
en
que
se establecen las relaciones afectivas
en la familia durante la infancia es importante, ya que afecta
a las relaciones que se tendrán en el futuro. Un vínculo afectivo seguro en la niñez puede permitir y promover relaciones positivas y
equilibradas con los demás en la
vida adulta (Márquez y Gaeta, 2018).
Según la naturaleza del vínculo emocional entre
los miembros de la familia, hay varios tipos
de interés afectivo, como la indiferencia, el interés, la falta de sentimientos, el narcisismo, la fusión y la empatía
(Pi y Cobián, 2016).
Los programas educativos para
padres
y madres tienen como objetivo
ayudarles a identificar y expresar sus propias
emociones, así como las de sus hijos e hijas, a comprenderlos y conocer sus actitudes y reacciones. Además,
buscan fomentar la comunicación efectiva
a través de actitudes positivas, escucha activa,
empatía y establecimiento de límites
adecuados, entre otros aspectos relevantes (Bisquerra y García, 2011).
En consecuencia, la enseñanza emocional
dentro de la familia no solo fomenta el progreso humano, sino que también tiene un efecto preventivo al evitar las consecuencias negativas de la falta
de control emocional, tales como el consumo
de drogas, comportamientos sexuales arriesgados, violencia, ansiedad y depresión (Bisquerra, 2006). La
instrucción en habilidades emocionales dentro
de la familia permite establecer relaciones efectivas y afectuosas, ya que fomenta la comprensión
y la expresión apropiada de las emociones, así como la empatía hacia los demás y su
reconocimiento emocional (Bisquerra, 2003).
En el curso académico
2014-2015, se dio luz
verde a la inclusión de la asignatura de libre
elección autonómica “Educación Emocional y para la Creatividad” en el currículo de
Educación Primaria en la Comunidad
Autónoma de Canarias, como parte de
la implementación de la LOMCE. Esta decisión
fue tomada y formalizada en el currículo de Educación Primaria (BOC
13/8/2014). Según Rodríguez
et al. (2022), esta iniciativa fue impulsada por la administración educativa
y no tiene precedentes en España ni en la Unión Europea. La comunidad
autónoma de Canarias se ha convertido en un líder con proyección internacional al comprometerse con la formación integral
de sus estudiantes y establecer un currículo que
incluye competencias emocionales y creativas,
que son consideradas como prioridades para
abordar los retos educativos y sociales del siglo XXI.
El modelo de EMOCREA,
se basa en la educación
psicoeducativa en competencias emocionales. Además, estudios tanto internacionales
como nacionales demuestran que “la
educación en Inteligencia Emocional (IE) tiene
un impacto positivo
en el crecimiento cognitivo e intelectual de los estudiantes, y
también en su desempeño académico en
materias importantes como las
matemáticas y el lenguaje” (Fernández, 2012, p. 8).
La nueva
ley educativa propuesta en España (LOMLOE), incluye la educación
emocional y en valores como una línea estratégica para la educación primaria y secundaria
obligatoria en su preámbulo (páginas
6 y 7) y hace referencia explícita a esta temática
en cinco puntos
en su artículo único, que abarcan todas las etapas
educativas obligatorias desde la educación infantil hasta
la formación profesional básica (puntos 8, 11, 16, 17 y 22). Además,
se enfatiza la inclusión de la educación
emocional como eje trasversal en las diferentes
etapas educativas, se hace referencia explícita en el Perfil de salida del alumnado
al término de la enseñanza básica, así como en las competencias
clave y sus descriptores específicos. El modelo de Emocionalidad Competente de (Rodríguez, 2018), incluye varias
competencias o habilidades, que se pueden observar
en la Figura 1, sobre
la perspectiva educativa
de las emociones.
En primer lugar, la
conciencia emocional es una competencia que afecta a las otras tres y que implica la capacidad de reconocer y validar nuestras emociones, comprender y analizar las
emociones, responsabilizarnos de nuestras experiencias emocionales y autopercepción. En segundo lugar, la regulación emocional es necesaria para la gestión de las emociones y se logra a través del autocontrol, la capacidad para distanciarse de una emoción
y ajustar la intensidad y duración de las mismas. En tercer lugar,
el reciclaje emocional
se centra en la modificación de las emociones y se
logra a través de la capacidad de
cambiar un sentimiento indeseable por otro adaptativo y transformar las experiencias emocionales desadaptativas en sentimientos adaptativos.
Por último, la
vinculación emocional permite proyectar
nuestras emociones más allá de nuestra experiencia personal y conectarse con los demás,
a través de la capacidad para percibir las emociones de los demás, la empatía, la comunicación
y el compromiso emocional. También la creatividad es relevante, ya que, se centra en tres aspectos principales, el primero se refiere a la autoconfianza creativa, es decir, la capacidad de las personas
para enfrentar obstáculos que puedan limitar su creatividad. El segundo
aspecto es la apertura al cambio y a la innovación, lo que significa
que las personas son
sensibles a los estímulos de su entorno
y están dispuestas a cuestionarlos. Y el tercero,
la iniciativa emprendedora vital, es decir, la disposición de las personas para tomar la iniciativa, liderar
y presentar propuestas para desarrollar proyectos
colectivos.
Hay que destacar que el
modelo de referencia y sobre el que
se analizarán los resultados de este trabajo
es el modelo de emocionalidad competente de Rodríguez (2018).
Figura 1. Modelo de Emocionalidad Competente (Rodríguez, 2018)
Tomando como referencia el objetivo y el enfoque
de la investigación, se concretó
un diseño de
investigación cuasiexperimental de
corte cualitativo, desde un análisis
fenomenológico de entrevistas grupales
realizadas vía videollamada a través de Google Meet,
cuyas respuestas han sido analizadas bajo el modelo
competencial de EMOCREA (Rodríguez, 2018).
El programa de
intervención se inició en su primera sesión con un grupo de 17 familiares, de los cuales un 82,4% eran madres y un 17,6% padres, teniendo una media de edad de 39
años en un rango de edad entre 31 y 50 años. El criterio
de selección para elegir a los participantes fue la voluntariedad a participar tras la
invitación que realizó el colegio, para que participaran en el programa de intervención diseñado.
Confirmando que tenían algún
descendiente en edad escolar de primaria
(6-12 años) dentro del centro educativo español donde se realizó
la investigación. Para la segunda
sesión tuvimos un quórum de 11 asistentes, en la tercera
y cuarta sesión un total de
7 y para la última sesión asistieron 5 de los
familiares iniciales, estas últimas personas fueron con las que se trabajó el análisis cualitativo, ya que, las cinco madres
acudieron al 100% de las sesiones del programa.
Basado en el modelo de
EMOCREA, se diseñó un instrumento en
el cual había una pregunta por cada concepto
del modelo EMOCREA, denominados códigos (conciencia emocional, regulación
de las emociones, reciclaje
de emociones, vinculación y creatividad emocional), con una descripción operacional que nos permitió reconocer
¿qué buscábamos con cada
pregunta al momento de aplicar la entrevista?
Cada pregunta
tenía la intención
de contextualizar las sesiones revisadas
y explorar conocimiento operativo, de modo que las personas entrevistadas pudieran hablar de su
experiencia de llevar
a cabo en sus vidas cotidianas sus aprendizajes, ejemplificando con acciones emblemáticas. Posteriormente se realizaron 2 entrevistas grupales semi estructuradas, realizadas 5 meses después
de la intervención en octubre
del 2022, donde en sesiones de seguimiento, se analizó el impacto
que tuvo la formación.
Es decir, preguntamos
por comportamientos, experiencias,
conocimientos prácticos, en relación con la operacionalización de la categoría y no solamente
por definiciones.
De acuerdo con la
tipología de preguntas de Quinn Patton (citado por Villeda
Villafaña.2022) las preguntas utilizadas fueron:
•
Preguntas de experiencia y
comportamiento, es decir
que buscaban descripción de procesos y secuencias.
•
Preguntas de sentimientos, en busca de adjetivos.
•
Preguntas de conocimiento,
buscando lo que sabe el entrevistado.
En complemento con la
tipología de Steinar Kvale (citado
por Villeda. 2022) se realizaron:
•
Preguntas introductorias al
iniciar la entrevista tipo ¿puedes
contarme...? ¿recuerdas una ocasión en la que...?
•
Preguntas de sondeo ¿podrías
decir algo más
sobre eso...? ¿tienes más ejemplos
sobre eso...?
•
Preguntas directas,
¿has participado en..?
•
Preguntas indirectas ¿cómo
crees que otros se sintieron...?
•
Preguntas de interpretación, entonces...
¿quieres decir qué...?
Delante de cada pregunta
redactada se indicó el tipo de respuesta
buscada en las personas entrevistadas (ver tabla 1).
Tabla 1. Códigos para el análisis de contenido
|
|
PREGUNTA |
CÓDIGO |
DESCRIPCIÓN |
Respuesta buscada |
|
|||
|
EMOCREA |
De acuerdo a los aprendizajes de la sesión
1, donde aprendimos sobre la conciencia emocional, ¿me podrías indicar
algún momento con tu familia
o cercanos que hayas llevado
a cabo lo que es la conciencia emocional? |
CONCIENCIA EMOCIONAL |
La facultad de identificar las emociones propias |
Situaciones de su vida fami- liar donde hayan identificado emociones propias o de otros miembros de la familia |
|
|||
|
|
Podrías dar algún
ejemplo de un momento en
el que te haya tocado regular tus emociones |
REGULACION EMOCIONAL |
CAPACIDAD DE AUTOCONTROL IMPULSIVO; Tolerancia a la frustración,
diferir satisfacción de necesidades, superación de dificultades CAPACIDAD PARA DISTANCIARSE DE LA EMOCIÓN; sin reprimirla ni disociarse de
ella CAPACIDAD DE AJUSTE DE NUESTRAS EMOCIONES y control de la expresión
abierta de sentimientos, es
decir, de gestionar termostáticamente
la vivencia emocional, mitigando las emociones displacenteras y disfrutando de las placenteras |
Ejemplos en los
que hayan regulado emociones en familia |
|
|||
|
|
Una vez que somos concientes de
las emociones y las regulamos es difícil saber ¿qué hacer con ellas? podrías narrar una situación en la que creas que se ha hecho
un reciclaje adecuado de las
emociones, en tu vida personal o en la de otros |
RECICLAJE EMOCIONAL |
CAPACIDAD DE SENTIPENSAR CAPACIDAD DE CAMBIAR
UN SENTIMIENTO INDESEABLE CAPACIDAD DE TRANSFORMAR
LAS EXPERIENCIAS EMOCIONALES |
Experiencias de la vida en familia donde
se cambian, o transforman las emociones una vez que se han
sentipensado |
|
|||
|
|
Estás de acuerdo
con la afirmación “tener una vida sana emocionalmente nos permite tener
relaciones sanas” comparte tu parecer |
VINCULACIÓN EMOCIONAL |
Capacidad de empatía Capacidad de comunicación emocional Capacidad de compromiso emocional |
Puntos de vista
sobre la importancia de un buen manejo emocional, para la relaciones sanas |
|
|||
PREGUNTA |
CÓDIGO |
DESCRIPCIÓN |
Respuesta buscada |
||||||
El uso de la creatividad en las relaciones y emociones es fundamental, comparte una experiencia, propia o de
alguien más donde crees que la creatividad haya jugado un papel primordial para el manejo
emocional sano |
CREATIVIDAD EMOCIONAL |
Experimentar principios y estrategias
de pensamiento divergente y analogico, utilizado multiples lenguajes de forma sencilla como medio
para autoafirmar el propio potencial creativo Identificar obstáculos sociales
y emocionales que limitan el
potencial creativo mediante la
vivencia, con el fin de poner las
bases de la autoconfianza en las propias
capacidades creativas Experimentar nuevas
formas de percibir e interpretar
la realidad de modo que se favorezca la sensibilidad a lo que nos rodea y la apertura al cambio y a la innovación Experimentar con el diseño
y ejecución de proyectos sencillos
de carácter emprendedor en sus diferentes vertientes, poniendo en uso las capacidades vinculadas al pensamiento divergente y las actitudes innovadoras que lo acompañan, con el fin de
implementar iniciativas en el
ámbito <<familiar>> que
promuevan el bienestar personal y social |
Anécdotas jocosas, disruptivas,
donde resultado de la confianza social y emocional se han sobresaltado las capacidades creativas Cambios en su forma de percibir
el mundo emocional, proyectos de bienestar |
||||||
A veces las emociones se salen
de su función original, podrías darme
un ejemplo de una
conducta desadaptativa (pregunta para ejemplificar) |
EMOCIONES DESADAPTATIVAS |
Cuando una emoción deja de
cumplir su función original y perjudica |
Ejemplos de emociones que empezar a perjudicar |
||||||
¿Se pueden tener relaciones sanas
sin conciencia y regulación emocional? y explica (pregunta de estructura) |
MODELO EMOCREA |
Conciencia, regulación, reciclaje,
vinculación y creatividad emocional |
Proceso claro aunque
no este completo |
||||||
Y por último se cruzó con fichas de observación (ver cuadro 1) completadas por las especialistas qué acompañaron las sesiones de formación.
Cuadro 1. Ficha de observación
A continuación, se presenta
una breve justificación acerca de la relevancia de
los ejes de observación:
•
Ambiente social: importante
para contrastar si se logró
el objetivo buscado y si el ambiente. fue propicio para tener espacios
para la escucha,
la presentación y el diálogo.
•
Desarrollo de actividades, para
saber si fueron adecuadas, indistintas o no necesarias.
•
Uso de Materiales, para saber si fueron adecuados
para el manejo emocional.
•
Productos derivados de la
práctica para saber si aportaron a la adquisición de la competencia emocional.
•
Algunos los Testimonios, qué nos permiten saber si los participantes creyeron lograr la adquisición de la competencia emocional.
•
Observaciones en general, para complementar información sobre la experiencia.
En un primer momento se realizó una entrevista de introducción y presentación con el director
de la institución donde se aplicaría el trabajo de formación. Posteriormente, vía whatsapp se invitó a todos los padres de familia de la
institución, a la formación
presencial qué se llevaría a cabo cada 15
días, en sintonía con el grupo de investigación de EMOCREA de la Universidad de La Laguna,
con quien la institución ya tiene un historial de colaboración. Se revisaron con el líder del grupo de investigación de Emocrea,
Dr. Antonio Rodríguez, los contenidos
y la planificación de las sesiones para
qué coincidieran con el modelo, a su vez se socializó
con los maestros del colegio que estarían acompañando las sesiones y con la colega del grupo
de investigación que fungiría como cofacilitadora en algunas sesiones, según su disponibilidad.
En la primera sesión se
pasó un formulario de datos iniciales
de sondeo, con el consentimiento informado para participar en esta actividad
de formación, garantizando la
confiabilidad de los datos por parte del comité de ética de la universidad. En total se impartieron 5 Sesiones quincenales, donde se trabajaron los
contenidos de EMOCREA adaptados a la población
adulta. Se desarrollaron una serie de actividades para trabajar
conciencia emocional, regulación de las emociones, reciclaje
de emociones, vinculación y creatividad emocional. También se consideró
importante mencionar que el centro escolar donde se desarrolló el programa de
intervención, incorpora, con los
estudiantes, desde hace años lo que
denominan “el Minuto de Conciencia Plena”, por
tanto, consideramos interesante integrar esta
actividad en todas las sesiones realizadas con las familias. Una vez transcurridos cinco
meses de la última sesión se convocó
a las 5 madres de familia qué habían
participado en todas las sesiones
a dos sesiones de seguimiento vía videollamada.
Se realizaron las
sesiones de entrevistas semi estructuradas grupales, para conocer el impacto de la formación, así como la relevancia
grupal en el momento de la adquisición del conocimiento. Lo anterior
justificó, el hecho de que una entrevista en grupo podía incentivar la participación, compartiendo experiencias de la forma en que llevaron a sus vidas los aprendizajes
adquiridos. Paralelamente se procedió
al llenado de las fichas de
observación por parte de las especialistas qué
acompañaron la experiencia de formación.
Finalmente se procesaron los resultados, basándonos en la planificación previa de las entrevistas,
se optó por no usar ningún software de procesamiento de datos cualitativos, debido a la naturaleza de la investigación y a las funciones qué otorgan
los mismos, así que se realizó de manera manual el análisis de contenido, se procedió a realizar
de manera gráfica las familias de palabras y al análisis conceptual de las mismas.
Realizando un análisis del discurso, se presenta la frecuencia en la que se mencionaron expresiones que tenían que ver con cada uno de los códigos que están
relacionados con el modelo de EMOCREA, teniendo
como resultado lo mostrado en la Tabla. 2
Tabla 2. Frecuencia
de menciones por categorías del modelo EMOCREA
CÓDIGO DE MODELO EMOCREA |
Frecuencia de mención en el discurso |
CONCIENCIA EMOCIONAL REGULACIÓN
EMOCIONAL RECICLAJE EMOCIONAL VINCULACIÓN EMOCIONAL CREATIVIDAD EMOCIONAL EMOCIONES
DESADAPTATIVAS MODELO EMOCREA |
10 veces 14 veces 6 veces 9 veces 4 veces 3 veces Ninguna |
A continuación, se presenta
los resultados para la conciencia emocional, siendo el
segundo código más mencionado en las entrevistas con diez menciones, como se observa
en la Figura
2.
La importancia de la conciencia emocional
se corrobora con las fichas de observación de los colegas
profesionales que participaron en la formación, enfatizando que los testimonios aportan y generan la empatía necesaria para la adecuada
identificación de emociones
entre las personas participantes. Como se puede
observar en la figura 2, las emociones más mencionadas son enfado,
seguidamente de vergüenza y solo una mención de tristeza.
Figura 2. Análisis
de contenido sobre la Conciencia emocional.
En segundo lugar y con
gran importancia se puede corroborar
que la mayor preocupación de las madres es la regulación emocional
qué fue mencionada 14 veces (ver Figura 3). Se pueden destacar expresiones sobre la regulación emocional cuyo conector está subrayado en color gris, en ellas se indica que, aunque se comprende
su sentido y se menciona
su existencia, en estos casos es
negativa, es decir que no se presentó en esas
situaciones la regulación emocional o en su caso se entiende la regulación emocional como la negación
de las emociones. Las emociones
de tranquilidad y paciencia se mencionan en este apartado,
deduciendo que se es consciente de la importancia de la conciencia plena, aspecto que puede deberse
a la inclusión en el modelo educativo de la escuela de los “minutos
de conciencia plena”.
En concordancia con la información recolectada en las fichas de observación, los
resultados que presentan las familias
destacan la importancia de la
regulación emocional, ya que, es fundamental
proporcionar
estrategias concretas a las familias.
Figura 3. Análisis
de contenido sobre
la Regulación emocional
En lo referido al
reciclaje emocional, como se observa
en la figura 4, parecería que solo en una ocasión el reciclaje de la emoción
mencionada no es hacia el
bienestar, sino, más bien adquiere un carácter
punitivo, esta se puede identificar con el conector subrayado en gris. Sin embargo, de acuerdo con la definición
operacional de la categoría, se puede observar
la capacidad de sentipensar en expresiones como: “entonces él comprendió,
hay que pedirle perdón” así como la capacidad
de cambiar un sentimiento indeseable, en experiencias emocionales placenteras, como cuando
se describe: “en ese momento, hago el ejercicio de relajarme”.
Figura 4. Análisis
de contenido sobre
el Reciclaje emocional
Continuando con el análisis
tal y como se puede observar en la Figura 5, parece que un factor importante para las madres
es la vinculación emocional teniendo un resultado de nueve menciones, esto queda claro debido a su rol materno de crianza, en el que parece de extrema
preocupación el consolidar y construir una vinculación emocional
sana con sus hijos. La capacidad
de empatía, es el primer componente operacional
de esta categoría, queda enunciada en
expresiones como: “te pones en su lugar” “sin
empatía es como luchar con algo que no”, así como capacidad de comunicación emocional, en expresiones como: “entonces
le hablas, más tranquilamente” y finalmente la capacidad de compromiso emocional
cuando se responde
contundentemente en afirmación cuando el entrevistador les dice: “Tener una vida sana emocionalmente nos permite tener relaciones sanas”.
Figura 5. Análisis
de contenido sobre la Vinculación emocional
Respecto a la
creatividad emocional, solo se identifican
4 menciones propias de esta categoría. Se destaca
operativamente el “experimentar principios y estrategias de pensamiento divergente y analógico, utilizado múltiples lenguajes de forma
sencilla como medio para autoafirmar el propio
potencial creativo”. En dicho relato se expresa el cómo se transforma una situación estresante, como puede ser: quedarse atrapado en un
ascensor, en una experiencia divertida con baile incluido.
Figura 6. Análisis de contenido sobre la Creatividad emocional
Por último,
en la figura 7, se destaca la baja mención
de las emociones desadaptativas con una muestra del total muy poco significativas, con solo tres
respuestas.
Figura 7. Análisis de contenido sobre las Conductas
desadaptativas
Como se puede contrastar las madres involucradas en
nuestro estudio confirman
la propuesta teórica
de Hernández -Jorge
(2022) sobre las aplicaciones de la educación
emocional que tienen que ver con la convivencia, comunicación efectiva y afectiva, resolución de conflictos, toma
de decisiones y prevención. Ya que como se puede corroborar en el análisis
de datos de las entrevistas, la mayoría de los testimonios que se compartían, tienen que ver con su preocupación por incrementar la
calidad de la convivencia familiar y
en varias de las ocasiones lograr una
resolución de conflictos, como en el caso
de la conciencia emocional cuando resuelven
situaciones familiares sobre las emociones
propias y de otros miembros, para regular y vincular desde la educación
emocional.
También es importante considerar que respecto al modelo
referencia, el aspecto de la conciencia
emocional juega un papel primordial. Es
evidente que las madres participantes tienen la capacidad de reconocer, nombrar y comprender las emociones en uno mismo
y en los demás (Cáceres, 2015), aunque se evidencia
la referencia del paradigma
emocional heredado de las familias de origen,
ya que, aún se discurre
entre las emociones “positivas y emociones
negativas” siendo estas últimas no procesadas y además rechazadas; situación que impedía
a las personas procesar estas emociones de manera adecuada, lo
cual se visualiza en los resultados,
siendo la conciencia emocional más
enfática en emociones como: el enojo,
la vergüenza y la rabia con una frecuencia significativa.
Queda claro que una de las principales preocupaciones de las madres, es el tema
de la regulación emocional, estableciendo como casi un sinónimo
de esta el logro de la tranquilidad y la paciencia
como resultado del control emocional. Dicha práctica puede poner en evidencia el aprendizaje
de las madres participantes, ya que, pertenecen a un colegio
que integra la práctica del “minuto de conciencia plena”, a lo
largo de toda la jornada escolar,
misma que fue integrada en la formación en cuestión. La regulación emocional
frecuentemente fue mencionada como la importancia de “controlar”. No obstante,
la alta preocupación de las madres por lograr la regulación emocional confirma
la propuesta de Martínez-González et. al. (2021) que establece que la
familia es un agente educativo y sociabilizador fundamental para lo que serán las relaciones humanas, por ello, la extremada
preocupación de las madres participantes queda completamente justificada.
Aunque la práctica del reciclaje está introyectada conceptualmente en las madres participantes, aún queda mucho por construir como hábito
desde el lenguaje emocional, recordando que cuando se habla de reciclaje
emocional se refiere
a “la capacidad de modificar
un estado emocional desajustado en otro más
adaptativo, a través de estrategias
compensatorias, sustitutivas o de
transformación afectiva” (Rodríguez, 2018, p.53).
Posicionando a las madres participantes en los
niveles anteriores del modelo de EMOCREA de
adquisición competencial.
Respecto a la vinculación, se identifica qué el aprendizaje para relacionarse con un alto
nivel emocional, no necesariamente se debe a la formación
en cuestión sobre la competencia de EMOCREA, sino más bien por la experiencia adquirida de vida, y de una búsqueda
constante por relaciones sanas que
contribuyan al bienestar personal,
por lo que una actividad de formación lúdico práctica
como la que se impartió
confirma la propuesta de Bizquerra
(2003) en el hecho de que para las
competencias emocionales no basta con solo
proporcionar información sobre emociones, es necesario
apelar a una metodología práctica con dinámicas
de grupo, reflexión personal, diálogos y juegos.
Se deduce
que por las actividades tanto laborales como de crianza y del
hogar que tienen las madres
en cuestión, descuidan las posibilidades de transformación y de experimentar nuevas formas, así como de diseñar nuevos proyectos que les
permitan vivir sus emociones de una forma más sana y satisfactoria. Los productos derivados de la práctica de formación de esta
competencia representaron un significado
para cada uno de las participantes, sin embargo, sería
importante hacer diálogos entre ellos para hacer la
integración del conocimiento.
Asimismo, se pone de manifiesto que se “experimentan nuevas
formas de percibir
e interpretar la realidad de modo que se favorezca
la sensibilidad a lo que nos rodea y la apertura al cambio y a la innovación” esto, cuando una
mamá comparte qué “se relaja
y pone música para volver
a encontrarse”.
Finalmente, la creatividad emocional, se presenta
como un área de oportunidad y desarrollo atractivo, desde el punto de la búsqueda constante de una práctica, que les permita redimensionar la competencia emocional, como refiere
Cano (2015) compartir experiencias y hobbies
con los hijos puede no solo
aumentar el conocimiento que se tiene
de ellos, sino también ayudar a regular sus impulsos
y mejorar su capacidad para tolerar la frustración.
Las emociones desadaptativas, se identifican adecuadamente, pero no se manifiestan como parte testimonial del
aprendizaje adquirido
en la formación presente, esto es un principio importante ya que como confirman varios
autores (Davis et al., 2019;
Fernández-Berrocal y Extremera, 2016;
Sánchez-Núñez et al., 2020), la inteligencia
emocional (IE) se ha relacionado con una mejor salud física y mental.
Aún queda mucho trabajo
por construir y mucha práctica
por recorrer, respecto a la formación de las competencias emocionales del adulto padre y madre de familia, con hijo en edad
escolar. Esto representa un área de oportunidad sobre la crianza y la formación de niños sanos en el
desarrollo de sus emociones, que contribuirá a tener en el futuro adultos con grandes posibilidades
de formación y desarrollo emocional.
Lo anterior
principalmente porque dada la abdicación de los padres de familia en el programa,
desconocemos el impacto que pudiera haber tenido en ellos, la mayoría de los padres de
familia que representaban el 17.6 % inicial, dejaron
de asistir a las
sesiones por temas laborales, en comparación,
de las madres que permanecieron solo una de ellas no trabajaba de forma remunerada y
sistemática, todas las demás si, y sin embargo
se organizaban de tal forma que pudieron
asistir, probablemente esto se debe a una diferencia en el nivel
de compromiso o de reconocimiento de la importancia del tema de formación en cuestión.
El horario favorecía la
asistencia ya que era a la hora de la comida y para facilitar esto el colegio,
apoyo con recursos
para que los participantes pudieran satisfacer esta necesidad. Sin
embargo, la participación de los
padres que estuvieron en las primeras
sesiones fue igual de colaborativa que la de las madres,
expresando la convicción de la importancia de aprender a gestionar nuestras
emociones de forma sana. Por lo tanto,
la mortalidad experimental y el desequilibro de género de los participantes (solo madres), es otra cuestión que se debería subsanar y tener en cuenta en futuras implementaciones del programa.
Por otra parte, la falta de permanencia y adhesión al proceso de formación, por parte de los padres y madres de familia, dio como resultado qué se
tuviese que hacer un cambio en la metodología
de investigación del presente trabajo, de un plano cuantitativo a un plano cualitativo.
Paralelamente otra de las limitaciones fue el distanciamiento físico
por parte de la investigadora, que se solucionó
con las entrevistas de seguimiento vía online.
Como prospectivas de
futuro
en
esta
línea de investigación, se propone enfatizar
la importancia de continuar con una capacitación más que conceptual; experiencial, actitudinal
y procedimental. También
sería interesante integrar a las familias de secundaria y
tener una continuidad en la formación
para que aquellas
familias que no pudiesen participar en la primera convocatoria pudiesen participar en las siguientes convocatorias. Así mismo, involucrar a otras instituciones educativas.
Por otra parte, se
podría diseñar el programa en otras modalidades de formación para que los padres que por cuestiones laborales no pueden acudir de manera presencial a todas
las sesiones, pudiesen acceder a los contenidos. Igualmente, sería interesante contrastar también las competencias emocionales de los padres
con las de los hijos. Y si existe
diferencia significativa entre
familias con hijos en primaria y familias con
hijos de secundaria.
Alon, I. y Higgins, J.M. (2005). Global leadership
success through emotional and cultural intelligences. Business Horizons, 48, 501-512. https://doi.org/10.1016/j. bushor.2005.04.003
Álvarez, L., y Martínez,
R.A. (2017). Review on School and Family Partnership, Shared Responsibility as Quality Indicator. En
J.L González, A. Bernardo, J.C
Núñez, and odríguez, C. (Eds.), Factors
Affecting Academic
Performance (pp. 121-140). Nova Science Publisher.
Barzaga, O. S., Balda, H. D., Zambrano, G. Z.,
Guzmán, A. C., &
León, M. A. (2022). La función
preventiva de la orientación familiar en educación. Publicaciones,52(3), 15–30. https://doi.org/10.30827/publicaciones. v52i3.22267
Bisquerra,
R. (2000). Educación emocional y bienestar. Praxis-Wolters Kluwer.
Bisquerra, R. (2003). Educación emocional y competencias básicas para la vida. Revista de Investigación Educativa, 21(1), 7-43.
Bisquerra,
R. (2006). Educación emocional y bienestar. Wolters Klumer.
Bisquerra, R. (2009). Psicopedagogía de las emociones. Síntesis.
Bisquerra, R. y García,
E. (2011). Educación
emocional. Propuesta para educadores y familias. Desclée de Brower.
Bisquerra, R., Punset, E., Mora,
F., García, E., López-Cassà, E.,Pérez-González, J.C., Lantiere, L., Nambiar, M., Aguilera, P., Segovia, N., Planells, O. (2012).
¿Cómo educar las emociones? La inteligencia emocional
en la infancia y adolescencia. Hospital Sant Joan de Déu.
Cáceres, J. (2015). La escuela de padres y madres como escuela de emociones. Un impulso
hacia la colaboración en beneficio de la calidad educativa. Investigar con y para la sociedad, 2, 637-645.
Cano, M.A. (2015). La formación parental en las escuelas de padre y madres:
proyección en el desarrollo personal
de sus participantes. Investigar
con y para la sociedad, 2, 679-688.
Castillo, R., Salguero, J. M., Fernández- Berrocal, P., y Balluerka, N. (2013). Effects
of an emotional intelligence intervention on aggression and empathy among adolescents. Journal of Adolescence, 36(5), 883-892. https://doi.org/10.1016/j. adolescence.2013.07.001
Cefai C., y Cavioni V. (2014) Reaching
Out: Parents’/Caregivers’ Engagement, Education and Well-Being. In: Social and Emotional Education in Primary School (pp. 149-157). Springer. https://doi. org/10.1007/978-1-4614-8752-4_9
Davis, S. K., Nowland, R., y
Qualter, P. (2019).
The role of emotional
intelligence in the maintenance of depression symptoms
and loneliness among children. Frontiers in Psychology, 10,1672. https://doi. org/10.3389/fpsyg.2019.01672
Ferreira, M., Reis-Jorge, J., Olcina-Sempere,
G. y Fernandes,
R. (2023). El aprendizaje socioemocional
en la Educación Primaria: una investigación sobre las concepciones y las prácticas de los maestros en el aula. Revista
Colombiana de Educación, (87), 37-
60. https://doi.org/10.17227/rce.num87- 12704
Fernández-Berrocal, P.
(2012). La Inteligencia que España
necesita se puede desarrollar. Santander. Papeles
de la fundación Botín
Fernández-Berrocal, P., y Extremera, N. (2016). Ability Emotional Intelligence, Depression, and Well-Being. Emotion Review, 8(4), 311-315. https://doi. org/10.1177/1754073916650494
García-Sancho, E., Salguero, J. M., y Fernández- Berrocal, P. (2014). Relationship between
emotional intelligence and
aggression: A systematic review.
En Aggression and Violent
Behavior, 19(5), 584-591. https:// doi.org/10.1016/j.avb.2014.07.007
Guerra-Bustamante, J., León-Del-Barco, B., Yuste-Tosina, R., López-Ramos, V.
M., y Mendo-Lázaro, S. (2019). Emotional intelligence and psychological well-being in adolescents. International Journal of Environmental Research
and Public Health,
16(10). https://doi.org/10.3390/ ijerph16101720
Gómez-Ortiz, O., Omera, E., y Ortega-Ruiz, R. (2017). La competencia para gestionar las emociones y la vida social,
y su relación con el
fenómeno del acoso y la convivencia escolar. Revista
Interuniversitaria de Formación del Profesorado, 31(1), 27-38.
Gutiérrez-Cobo, M. J., Cabello,
R., y Fernández- Berrocal,
P. (2017). Inteligencia emocional, control
cognitivo y estatus socioeconómico de los padres como factores protectores de la conducta
agresiva en la niñez y la adolescencia. Revista Interuniversitaria
de Formación del Profesorado, 88(31.1), 39-
51.
Hernández-Jorge, C. M. Rodríguez-Hernández, A. F., Kostiv, O., Domínguez-Medina, R., Hess-Medler, S., Capote, M. C., Gil-Frías, P. y Rivero, F. (2022). La escala de
evaluación de las competencias emocionales: la perspectiva
docente (D-ECREA). Psicología Educativa, 28(1), 61-69. https://doi. org/10.5093/psed2021a5
Hernández-Sampieri, R. (2014).
Metodología de la investigación, sexta edición. Síntesis.
Jennings, P. A., y Greenberg, M. T. (2009).
The prosocial classroom: Teacher social and emotional competence in relation to student and classroom outcomes.
Review of Educational Research, 79(1), 491-525.
https://doi. org/10.3102/0034654308325693
López, E. (2005). La
educación emocional en la educación
infantil. Revista Interuniversitaria de Formación del Profesorado, 19(3), 153-167.
López-Fernández, V., Llamas-Salguero, F., Sospedra-Baeza, M. y Martínez-Álvarez,
I. (2022).
Relación entre creatividad y rendimiento académico
en España y Colombia.
Revista Colombiana de Educación, (86), 31-52. https://doi.org/10.17227/rce.
num86-12171
MacCann, C., Jiang, Y., Brown, L. E. R., Double, K. S., Bucich, M., y Minbashian,
A. (2020). Emotional Intelligence Predicts Academic
Performance: A Meta-Analysis. Psychological
Bulletin, 146(2), 150. https:// doi.org/10.1037/bul0000219
Márquez-Cervantes, M.
y Gaeta-González,
M.L. (2018).
Competencias emocionales y toma de decisiones responsable en preadolescentes con
el apoyo de docentes, padres y madres de familia: Un estudio comparativo en estudiantes de 4º a 6º año de educación primaria en España. Revista Electrónica Educare, 22(1), 176-200.
https://doi.org/10.15359/ree.22-1.9
Martínez-González, R.A., y Iglesias, M.T. (2018). Validation of the Parenting Competence Scale for Parents
with Young Children. Early Child Development and Care, Special Issue on Fostering Childhood Development through Positive Parenting in Spain, 188(11)
1592-1604. https://doi.org/10.1080/03004
430.2018.1490897.
Martínez-González, R. A., Rodríguez-Ruiz, B., & Bisquerra-Alzina, R. (2021). Presentación del
monográfico “Educación emocional en contextos diversos”. Aula abierta. DOI: https://doi.org/10.17811/ rifie.50.4.2021.755-756
Méndez, I. y Cerezo, F.
(2018). La repetición escolar en educación secundaria y factores de riesgo asociados. Educación XX1,21(1), 41-62.
https://doi.org/10.5944/ educxx1.20172
Morawska, A., Dittman, C.K., Rusby, J.C. (2019).
Promoting Self-Regulation in Young Children:
The Role of Parenting Interventions. Clinical
Child and Family
Psychology Review, 22(1),43-51. https://
doi.org/10.1007/s10567-019-00281-5
Peces-Gómez, E., Ingelmo, R. M. G., Mateos,
L. M. F., &
Moral-García, J. E. (2022). La importancia
de la educación emocional en la familia:
propuesta de trabajo
para un programa para padres
y madres con hijos e hijas en edad adolescente. Magister, 34, 33-44. https://doi.org/10.17811/ msg.34.1.2022.33-44
Pi, A.M. y Cobián, A. E.
(2016). Clima familiar: una nueva mirada a sus dimensiones e interrelaciones. Multimed. Revista Médica,
20(2), 437-448.
Puertas-Molero, P.,
Zurita-Ortega, F., Chacón- Cuberos, R., y Castro-Sánchez, M. (2020). La inteligencia emocional
en el ámbito educativo: un meta-análisis. Anales de Psicología / Annals of Psychology, 36(1), 84-91. https://doi.org/10.6018/ analesps.345901
Rodríguez-Hernández, A. F. (2022).
Emocreatividad o el corazón
emocional de la creatividad. Revista
Creatividad y Sociedad,
(37), 74-85.
Rodríguez-Hernández, A. F., Batista-Espinosa, F. J., & Kostiv, E. (2022).
Emocrea e inspección educativa: realidades y retos. Avances en Supervisión Educativa, (37). https://doi. org/10.23824/ase.v0i37.757
Rodríguez, A. (2018). EducaEmoción. La Escuela del Corazón.
Santillana.
Rodríguez-Hernández, A.F. (2020). Guía emocreativa para una vuelta al cole desde el corazón. Santillana.
Ruvalcaba Romero,
N., Gallegos Guajardo, J., y Fuerte Nava, J. (2017). Competencias socioemocionales como predictoras de conductas prosociales y clima escolar
positivo en adolescentes. RIFOP: Revista interuniversitaria de formación del profesorado: continuación de la antigua
Revista de Escuelas
Normales, 31(88), 77-
90.
Sánchez-Núñez, M.T. y
Latorre, J. M. (2012). Inteligencia emocional
y clima familiar. Psicología conductual, 20(1), 103-177.
Sánchez-Álvarez, N., Berrios Martos,
M. P., y Extremera, N. (2020). A Meta-Analysis of the Relationship Between Emotional Intelligence and Academic Performance
in Secondary Education: A Multi-Stream Comparison. Frontiers in
Psychology, 11, 1517. https://doi.org/10.3389/ FPSYG.2020.01517/BIBTEX
Sánchez-Núñez, M. T., García-Rubio, N., Fernández-Berrocal, P., y Latorre, J. M. (2020). Emotional intelligence and mental health in the family: The influence of emotional
intelligence perceived by parents and children. International Journal of Environmental Research and Public Health, 17(17),
1-21. https://doi.org/10.3390/ ijerph17176255
Symeou, L., Roussounidou, E., & Michaelides,
M. (2012). “ I Feel Much More Confident Now to Talk With Parents”: An Evaluation of In-Service Training
on Teacher-Parent Communication. School Community Journal, 22(1), 65-87.
Urbano, A., Álvarez,
L., e Iglesias, M.T. (2018). Adaptabilidad y cohesión familiar
del alumnado de Educación Secundaria Obligatoria. Aula Abierta,
volumen 47, 2,
237-244
Usán Supervía, P., y Salavera Bordás, C. (2019). El rendimiento escolar,
la inteligencia emocional
y el engagement académico en adolescentes. Electronic Journal
of Research in Educational Psychology, 17(47), 5-26. https://doi.org/10.25115/ejrep. v17i47.1879
Villeda Villafaña, O.A. (2022) Comunicación personal, Consulta metodología cualitativa
Yu, M. V. B., Johnson, H. E., Deutsch, N. L., y Varga, S. M. (2018).
“She Calls Me by My Last Name”: Exploring Adolescent Perceptions of Positive
Teacher-Student Relationships. Journal of Adolescent Research, 33(3), 332-362.
https://doi. org/10.1177/0743558416684958